La edad media de los usuarios de las residencias de ancianos de Catalunya es de 86,5 años
De las 42.467 plazas de residencia que reciben algún tipo de financiación pública, el 58,9% las ocupan personas con un grado de dependencia 2, es decir que necesitan ayuda para hacer actividades básicas de la vida diaria como comer o ir al lavabo.
El 41% tiene un grado de dependencia 3, o sea requieren la presencia continua de un cuidador. La edad media de los residentes es de 86,5 años. Por lo tanto, el perfil de los usuarios ha cambiado radicalmente, ya no hay personas con una cierta autonomía.
También cada dos por tres falta alguien en el trabajo. Unos sueldos bajos y unos horarios que dificultan cualquier conciliación familiar hacen que el absentismo laboral sea habitual. El salario base de una auxiliar de geriatría según el convenio es de unos 1.100 euros brutos mensuales. A eso hay que añadir unos 20 euros por cada festivo o domingo trabajado. En esta residencia las gerocultoras trabajan siete horas al día, seis días a la semana y solo libran un único fin de semana al mes.
A pesar de eso, el secretario de Asuntos Sociales y Familias del Gobierno, Lluís Torrens i Mèlich, asegura que la ratio de personal no es un problema y que la Generalitat no tiene ninguna intención de aumentarla. “No hemos detectado falta de profesionales en las inspecciones”, argumenta. Sin embargo, llama la atención que en las 16 residencias gestionadas por la Generalitat, la ratio del personal gerocultor es el doble de lo que marca la normativa: casi 50 auxiliares por cada 100 ancianos, según la respuesta de Transparencia.
También cada dos por tres falta alguien en el trabajo. Unos sueldos bajos y unos horarios que dificultan cualquier conciliación familiar hacen que el absentismo laboral sea habitual. El salario base de una auxiliar de geriatría según el convenio es de unos 1.100 euros brutos mensuales. A eso hay que añadir unos 20 euros por cada festivo o domingo trabajado. En muchas residencias las gerocultoras trabajan siete horas al día, seis días a la semana y solo libran un único fin de semana al mes.
Necesitaríamos un 50% más de personal gerocultor para atender a los ancianos de forma correcta, sin florituras
La normativa actual establece que tienen que haber 25 auxiliares de geriatría por cada 100 ancianos con un grado de dependencia II. Eso no significa que todos esos gerocultores trabajen de forma simultánea, ya que deben cubrir todos los turnos de la jornada y los 365 días del año. A efectos prácticos cada cuidador se hace cargo de, como mínimo, una decena de personas. Durante la noche la ratio es aún inferior: la normativa dice textualmente que es suficiente con tres auxiliares para 150 ancianos.
“Aunque quisiéramos aumentar la ratio, no encontraríamos personal”, se justifica Torrens. Hay poca gente dispuesta a trabajar en un sector tan mal remunerado y sacrificado. Según él, la solución sería pagar mejor a los auxiliares de geriatría y aumentar su productividad con avances tecnológicos, como camas robotizadas que cambien la postura de los ancianos para que no se llaguen y no sea necesario que una persona lo haga. Pero para todo eso hace falta dinero.
El Gobierno paga actualmente 2.002,56 euros al mes por cada una las plazas de residencia que tiene concertadas, tanto del grado de dependencia II como III. Una cifra que el sector denuncia que hace tiempo que quedó obsoleta. Por ejemplo, en el País Vasco, el precio de la plaza concertada es de unos 3.300 euros mensuales. Además allí la normativa es mucho más restrictiva: el 75% de las habitaciones deben ser individuales –en Catalunya los dormitorios para una sola persona son una excepción- y los centros no pueden tener más de 150 plazas. Aquí la residencia más grande suma 308.
“Si tuviéramos que pagar 1.000 euros más por plaza concertada, necesitaríamos 400 millones suplementarios. Eso supone incrementar el presupuesto de la dependencia más de un 20% y de momento es inviable. No hay dinero. Nuestro presupuesto da para lo que da”, contesta el secretario de de Asuntos Sociales y Familias.
En 2022 la Generalitat destinó casi 1.036 millones a la financiación de plazas concertadas y públicas de residencia, y a la concesión de prestaciones para su pago. Este año tiene previsto aumentar el precio de la plaza concertada en un 4% con carácter retroactivo al 1 de enero, con lo cual la inversión aún será mayor. Además, la demanda no deja de aumentar. En la actualidad hay 11.872 personas en lista de espera en Catalunya para una plaza de residencia de financiación pública.
Sobra dinero para armas y guerras, para millonarios banqueros, deportistas, cantantes, etc y …no se lucha por una vejez digna , desde cobas exigiremos más salario, más plantillas y medios
https://es.ara.cat/sociedad/geriatrico-familias-no-mitad-ocurre_130_476…
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