He reflexionado el título de este texto, y creo que es el mejor resumen de las conclusiones a las que llego después de leer y analizar los últimos documentos que la CSI (Confederación Sindical Internacional) y la CES han hecho públicos.
Solo unos datos para iniciar la reflexión: 1) La CSI y la CES aceptan la primacía de la burguesía en la lucha ideológica, por ello la CSI y la CES se instalan en el capitalismo y niega la lucha de clases. 2) La CSI y la CES funcionan como una ONG, es decir que se financian fundamentalmente con donaciones, no con las cuotas de sus afiliados. 3) La CSI y la CES son estructuras endogámicas que se reproducen como lo hace la Iglesia Católica, es decir que son sus dirigentes los que nombran a sus sucesores, CON NULA PARTICIPACIÓN DE LA BASE, me refiero a los afiliados sindicales (el 99 % de ellos desconocen que hacen o deciden sus falsos y nefastos dirigentes).
Estas 3 citadas e irrefutables características son elementos centrales de la realidad de la CSI que inició sus pasos el año 1.949 (entonces se llamaba CIOSL, pero actuaba igual), al romper con la FSM (Federación Sindical Mundial) por no aceptar los posicionamientos anti colonialistas i anti imperialistas de la primera y única Federación Mundial de Sindicatos clasistas.
La CSI y la CES no tienen, ni desean tener, capacidad para cambiar la sociedad. Se adaptan a la realidad del capitalismo, renunciando a batallar por una alternativa a la real explotación del hombre por el hombre que tan bien definió Karlos Marx. Es decir que la CSI y la CES aparentan realizar propuestas para cambiar la pobreza y las injusticias, pero sin combatir la causa de ellas, el capitalismo. Toda persona sensata sabe que sin combatir las causas jamás desaparecerán los efectos.
Las últimas propuestas, “compromisos para una globalización justa”, las ha hecho (en Alemania, el pasado 17 de mayo) la dirección de la CSI inventándose un L20, como alternativa a la reunión, el próximo mes de julio, del G20. Un invento con capacidad de marketing (de eso si saben en la CSI, para ello pagan enormes salarios a buenos profesionales pro capitalistas). Son palabras bonitas, que suenan bien, pero que solo sirven para engañar a la clase obrera poco formada ideológicamente.
Sharan Burrow, Secretaria General de la CSI, afirmó, en la citada reunión: “la desigualdad y la inseguridad caracterizan el actual modelo fallido de globalización”. Como Burrow es una persona inteligente, igual que lo son los enemigos de clase de los asalariados, no es aceptable que sea calificable de “fallido” el sistema económico, todo lo contrario, ha cumplido lo que deseaban los que impulsaron las decisiones mundiales. Eso se demuestra con el hecho de que las multinacionales ganan cada día más dinero, se fusionan y se van transformando en oligopolios. La riqueza cada vez está más desigualmente repartida, generando sufrimiento a la mayoría de la población mundial.
Siguiendo las orientaciones de la CSI a la que pertenece y obedece, la CES acaba de hacer en Roma (del 29 al 31 de mayo) el balance de sus dos últimos años. Han celebrado (si están contentos) los 60 años del Tratado de Roma, el que generó la UE que destruye los derechos laborales, y han concluido que las condiciones en el mundo del trabajo son positivas “pues se pueden prever cambios progresivos en los próximos 10 años”.
Por otra parte, y como agradecimiento de los dirigentes capitalistas a esta principal tarea de la CSI+CES, de negación de la existencia de la lucha de clases, los dirigentes de las multinacionales (que son los que deciden en la UE, en el G20, en la OTAN, en los clubs como el de Davos, y en todas las grandes plataformas del capitalismo) aseguran el funcionamiento de la CSI+CES con subvenciones muy diversas (para dificultar que sean contabilizadas y conocidas) que canalizan a través de una gran variedad de organismos. Así la CSI y la CES consiguen sobrevivir a pesar de que están (reconocido en sus documentos) en plena bancarrota de militancia y de base afiliativa. Un claro ejemplo de ello es lo que sucede en Italia, donde las bases del viejo sindicato CGIL se van incorporando masivamente a la nueva USB (sindicato de clase afiliado a la FSM), dejando las posiciones interclasistas para pasar a las posiciones de lucha de clases.
En realidad, a los dirigentes capitalistas, que son los que gobiernan plataformas como la OIT, les interesa ir transformando a los sindicatos en ONGs. Precisamente por ello, en los Plenarios de la OIT, tratan a las confederaciones de sindicatos como ONGs, intentando hacer desaparecer (o, de momento, esconder) lo que nunca desaparecerá, la lucha de clases.
Por último, como sucede en toda organización esclerotizada, la CSI y la CES se auto reproducen endogámicamente pues son incapaces de hacer participar a sus afiliados. Les temen, a la base afiliativa, por miedo a que descubra la podredumbre de la cúpula dirigente, y solo la hacen participar pagándoles viajes (casi turísticos) para asistir a ciertas reuniones y para aparentar manifestaciones (bocadillo, hotel y comida asegurados). Pero estos afiliados ni participan en los cambios de los dirigentes de la CSI+CES, ni son informados, ni conocen lo que deciden sus dirigentes, y cuando lo saben se enfadan al descubrir que han sido traicionados. La clara y grave muestra de ello son los convenios y Pactos Sociales que firman los dirigentes de los sindicatos afiliados a la CSI+CES. Convenios con la patronal, y Pactos con los gobiernos pro capitalistas, que han permitido a la patronal pagar salarios diferentes por igual trabajo, dificultar las condiciones para el descanso por enfermedad, incrementar las horas extras y la precariedad laboral; y a los gobiernos negar el derecho a cobrar un suficiente subsidio por estar en paro, retrasar la edad de jubilación y disminuir lo cobrado como pensión, disminuir las atenciones médicas gratuitas, y un largo etc.
Evidentemente como ONG, que es su real funcionamiento actual, la CSI+CES podrá seguir existiendo, pero cada vez seremos más los trabajadores que las denunciaremos por ser un instrumento de la patronal, un instrumento, como todo el sindicalismo amarillo, que intenta debilitar la capacidad de lucha de la clase obrera.
La historia de la Humanidad demuestra que nada es capaz de frenar los procesos revolucionarios de lucha contra las injusticias, de lucha y construcción de sociedades nuevas que eliminen la podredumbre de etapas anteriores. Por ello, aunque las multinacionales sigan invirtiendo muchos millones en la CSI+CES, para que les ayuden a frenar el fin del capitalismo, el socialismo se irá abriendo camino, día a día, año a año, en todos los países del Planeta.
Quim Boix
Secretario General de la UIS (Unión Internacional de Sindicatos) de Pensionistas y Jubilados (PyJ) de la FSM
Responsable de la FSM en el Estado Español (excepto País Vasco)