LOS CAMPEONES DEL GENOCIDIO Y EL NARCOTRÁFICO INTERNACIONAL DECIDEN INVADIR VENEZUELA …EN NOMBRE DE LA LUCHA ‘‘ANTINARCÓTICOS’’
Ante el fracaso del sabotaje y el asedio económico, político y diplomático al que por 20 años ha sido sometida la República Bolivariana de Venezuela, el imperialismo yanqui, con el silencio cómplice de sus socios europeos, decidió pasar ahora a la fase de invasión directa, formando para ello una coalición militar narco-fascista (EU, Brasil y Colombia) destinada a derrocar al gobierno de Venezuela, e instando a secuestrar o asesinar a los líderes bolivarianos.
La tapadera de esta aventura militarista es una vez más la lucha contra el narcotráfico. Argumento que carece de fundamento; primero, porque han sido las fuerzas armadas bolivarianas de Venezuela las que lucharon hasta reducir a 7% el narcotráfico por el corredor del Caribe (ver informe WOLA); segundo, porque los reyes de la producción y tráfico de narcóticos son los paramilitares gobernantes en Colombia, que, bajo la batuta de la DEA y con la vista gorda del Comando Sur de E.U., transporta hacia el hemisferio norte el 93% de los alijos de droga ilícita por aguas del Océano Pacífico y a través de los aeropuertos concesionados. De ahí que los sembradíos de coca y la producción de cocaína hayan aumentado en Colombia.
La amenaza de invadir a Venezuela no pasaría a ser más que otra perorata, a no ser por la firma de un pacto militar yanqui-brasilero y porque desde el 1° de abril por orden del lunático de la Casa Blanca han arribado cerca de 6.000 mercenarios a las nueve bases militares yanquis apostadas en Colombia, numerosos contingentes de sicarios colombo-venezolanos penetran en territorio venezolano y que por el Mar Caribe se desplaza en forma amenazante una flota de asalto cuyas tropas son portadoras de la muerte y hasta contagiadas con la COVID-19.
¿Cuáles son entonces las verdaderas razones de los agresores para iniciar un asalto armado contra la patria chica de El Libertador?. La principal es la urgencia por amortiguar la depresión que atenaza a la economía mundial capitalista y en especial la que sufren los Estados Unidos, la cual se traduce en colapso bursátil, declive del comercio exterior, descalabro fiscal y -en tiempos de coronavirus- quiebra masiva de empresas y 4 millones adicionales de trabajadores despedidos en suelo gringo. Precisamente para evitar la hecatombe del capitalismo, las fuerzas imperialistas precisan del control y el despojo las colosales riquezas minero-energéticas y de biodiversidad de la nación caribeña; tanto más ante el anuncio de enormes reservas de petróleo y gas en el territorio venezolano de Esequibo, fronterizo don Guyana. Y de paso, el asalto al poder estatal del país hermano significaría echar al piso la demanda internacional interpuesta por el presidente Nicolás Maduro para que le sean devueltas al pueblo venezolano las empresas y recursos ilegalmente incautados por la oligarquía yanqui en el poder.
Pero los agresores olvidan que en Venezuela Bolivariana existe una firme unidad Patriótica del pueblo y su Gobierno legítimo que –aún bajo las carencias generadas por el bloqueo criminal y el desplome de los precios del petróleo- están dando ejemplo al mundo de su capacidad de contención de la Covid-19, bajo el soporte de un sistema de salud gratuito y humanista; y que, además, brinda a otros países equipos de diagnóstico, material de protección y personal médico idóneo para contener la pandemia. En claro contraste con el inhumano, mercantilizado e inoperante sistema de salud imperante en los Estados Unidos, Brasil y Colombia- que ha demostrado su incapacidad para enfrentar la pandemia, pues su fin es el lucro capitalista.
Los datos de la Organización Mundial de la Salud son elocuentes: en rango de propagación y letalidad de la Covid-19, E.U. ocupa el primer lugar, Brasil el 14, Colombia el 48 y Venezuela el
122. Mientras los neofascistas atizan la muerte, la República Bolivariana alienta el humanismo.
Bogotá, abril 13 de 2020
SECRETARIADO NACIONAL FSM COLOMBIA
