La prometida reforma de las pensiones de Boric ya es realidad y los jubilados chilenos la reciben con desilusión y escepticismo
Tras meses de negociaciones con la oposición, el Gobierno de Boric tuvo que renunciar a crear una gestora pública de pensiones y mantuvo las administradoras privadas.
Los manifestantes agitan banderas chilenas durante una protesta pidiendo reformas sociales y contra los fondos de pensiones privadosm a 4 de noviembre de 2019.
Los manifestantes agitan banderas chilenas durante una protesta pidiendo reformas sociales y contra los fondos de pensiones privadosm a 4 de noviembre de 2019.DPA vía Europa Press
El Parlamento de Chile dio luz verde este miércoles a una reforma de las pensiones impulsada por el presidente progresista Gabriel Boric, que busca mejorar las bajas jubilaciones mediante un aumento de la cotización y la creación de un seguro social.
Tras un extenso debate, la reforma fue respaldada en su último trámite legislativo en la Cámara de Diputados por una amplia mayoría y con los votos tanto del oficialismo como de la Democracia Cristiana y de gran parte de la coalición de derecha Chile Vamos.
La reforma, que sufrió modificaciones sustantivas desde que fue presentada por la Administración de izquierdas en noviembre de 2022, supone la mayor reforma en 40 años al sistema privado de capitalización individual creado durante la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990).
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"Se ha podido dar un paso importantísimo (...) Es una reforma que le cambia la cara a lo que la dictadura le hizo este país. Pasamos de una lógica meramente individualista a complementarla con un seguro social y a acercarnos a principios tan razonables y necesarios, como la solidaridad", dijo en rueda de prensa tras la aprobación la ministra de Trabajo y Previsión Social, Jeanntte Jara.
"Esta ley marca una inflexión en el desarrollo en nuestro sistema de pensiones. Por supuesto que no será la última palabra y muchos temas seguirán discutiéndose hacia delante porque los sistemas de pensiones evolucionan a lo largo de las décadas", añadió por su parte el ministro de Hacienda, Mario Marcel, el otro artífice de la reforma.
La reforma beneficia a cerca de 2,8 millones de jubilados, con incrementos de sus pensiones de entre un 14% y un 35%, aumenta la pensión básica universal de 214.000 pesos (216 dólares al cambio de hoy) hasta 250.000 (253 dólares) y sube de manera gradual la cotización del 10% actual al 17%, a cargo del empleador.
También crea un seguro social, incorpora mecanismos de solidaridad intra e intergeneracional y endurece la regulación de la industria, pero no acaba con las polémicas administradoras de fondos de pensiones (AFP), las empresas privadas que gestionan las jubilaciones, como inicialmente pretendía el Gobierno.
Desilusión y escepticismo
La reforma, en cambio, ha sido recibida con cierto escepticismo por parte de los jubilados chilenos. Lamentan que, o bien la medida se ha quedado algo corta, o bien desconocen qué cambios va a haber.
Como denuncia Patricia Penaglia, de 70 años, en declaraciones recogidas por la periodista de EFE Meritxell Freixas, la pensión "es muy poquita y se va muy rápido". Y añade: "Ojalá mejore porque ahora está todo caro, pero para mí es una ayuda; yo nunca trabajé porque mi marido me hizo quedar en la casa".
Una de las principales quejas es que la nueva propuesta mantenga la gestión de las pensiones en manos de las polémicas administradoras de fondos de pensiones (AFP), que invierten los ahorros en el mercado financiero.
"Siempre va a ser lo mismo", denuncia –también a EFE– Enrique Gutiérrez, de 70 años, que, tras 45 de trabajo, cobra 400.000 pesos de pensión (384 euros), un poco más del doble de la media que recibieron las personas que se jubilaron en 2023 (184.000 pesos, unos 178 euros).
Aunque la propuesta original, presentada por el Ejecutivo de izquierdas en noviembre de 2022, aspiraba a cambiar profundamente el sistema y eliminar las AFP, tras meses de negociaciones con la oposición, el Gobierno de Boric tuvo que renunciar a crear una gestora pública de pensiones y mantuvo las administradoras privadas.